Entrevistas a autores y reseñas de libros
Anatomía del dolor
Entrevista a Salvador Robles Miras por Gabriela Quintana Ayala.
La novela negra como cualquier estructura de la narratología, sirve para relatar las diferentes aristas de sucesos históricos matizados con ficción, o bien, la opinión de acontecimientos que marcan la identidad de toda una generación. Es en este contexto que el prolífico autor, Salvador Robles, utiliza como temática principal, el terrorismo (en clara alusión a ETA) en sus novelas Contra el cielo (Torre de lis, 2020), Paga o Muere (Pluma de Sueños, 2023) y Despiadados (Pluma de Sueños, 2024). En la obra Contra el cielo se aprecia una descripción cualitativa con algunos elementos característicos del género policiaco y por momentos del suspense, que da paso a un vaivén de emociones que no solo lleva al lector a experimentarlas a través de personajes bien delineados, sino, a casi verlas. Encontramos una lucha por los valores humanos diseccionados con una maestría en la narrativa, llena también de profundo simbolismo.
En la historia se observa un sentido pragmático de las cuestiones morales familiares insertadas en una sociedad descompuesta por los acontecimientos demoledores, y mostrada con la mirada de un padre que protege su dignidad, primero ante sí mismo y, de manera indirecta con el rescate del honor de su hija. El discurso se centra en la interacción de los personajes en torno a la polémica de las actividades lícitas nacionalistas o deleznables e ilegítimas que afectan a personas inocentes, posicionando a todos los actores en dos bandos contrarios. El narrador, por momentos se muestra lejano a los hechos y en otros es cómplice de los personajes que confirman la premisa de la novela: sin amor no se puede vivir. El personaje principal cuestiona incansablemente los principios y prejuicios que rigen a una sociedad amedrentada por la violencia propia de actividades terroristas, misma que se pretende justificar por un bien común. El autor nos lleva a explorar el tejido emocional sobre situaciones en las que no cabe el “a medias tintas”, o se está a favor o en contra, y a una constante reflexión sobre lo que nos hace humanos. En estas últimas novelas, Salvador se centra en que el lector rompa sus esquemas y se adentre en las entrañas del dolor del individuo, de la comunidad familiar y del producido por el resquebrajamiento de una sociedad que no puede esconder sus cicatrices.
Salvador Robles Miras nació en Águilas (Murcia), aunque lleva viviendo en Bilbao desde hace más de medio siglo. Es periodista y pedagogo. Ha publicado 41 libros (novela, ensayo, narrativa). Ha ganado decenas de premios literarios, entre otros, el Wilkie Collins, el Francesc Candel, el Valentín Palacio, el José Rodríguez Dumont, el Carmen Holgueras (ediciones 2018 y 2023), la Pluma del Guirre, el Rosalía de Castro. Su novela La exclusiva del asesino fue una de las tres finalistas del Premio Euskadi de Novela (2015). Su libro de relatos y microrrelatos La fiesta de las palabras fue el más vendido de la Feria del Libro de Valladolid 2014. Sus tres últimas novelas, publicadas por Pluma de Sueños, son 1951, Paga o muere (Finalista del Premio de Novela Fernando Marías), Doble oscuridad y Despiadados.
Entrevista
—Eres periodista y pedagogo con más de 41 libros publicados. ¿Llegaste primero a la pedagogía o al periodismo?
A lo que llegué primero es a la Literatura, la cual fue siempre mi gran vocación. El periodismo y la pedagogía fueron las dos materias que, además de permitirme ganarme la vida, me sirvieron de medios para proveerme de las herramientas pertinentes para mejorar mi escritura.
—El protagonista de la novela Contra el cielo es un hombre de origen judío que se niega a creer la historia oficial que atribuye a su hija su pertenencia a la banda terrorista llamada "La Organización". ¿Qué puedes decir de Rubén Levi y la construcción del personaje?
Me interesaba escribir una novela sobre el dolor de los dolores, la pérdida doble de una hija: la muerte en sí y, seguidamente, la expoliación de su dignidad. ¿Hay mayor ignominia que esa? Ainara, la hija de Rubén Levi, iba junto a dos terroristas en un coche cargado de explosivos el cual explota fortuitamente. Hay que tener mucha fe en una hija para, en esas circunstancias, rebelarse contra todo y contra todos para demostrar que Ainara no era una terrorista. ¿Qué pruebas aporta Rubén Levi? Una fundamental: su amor de padre. Con este amor y una tenacidad admirable, Rubén tratará de devolver la segunda vida a Ainara: la del honor de los recuerdos.
—¿Cuál fue la motivación para escribir tres libros sobre el terrorismo (en clara alusión a ETA)?
Yo resido en Bilbao y he ‘mamado’ el dichoso ‘conflicto’ desde que era niño. He conocido a gente muy cercana al mundo de ETA, también a unas cuantas víctimas. Uno escribe sobre lo que ha vivido, directa e indirectamente, aunque lo camufle de ficción. Las historias sobre el terrorismo y la dignidad que caracterizó a muchos vascos, los que se opusieron a la barbarie con la fuerza de la palabra, las llevo conmigo, esparcidas por mis células, lógico que finalmente las trasladara al papel. La Literatura, asimismo, no solo narra lo que fue sino lo que podría haber sido. De ahí mis tres novelas sobre el terrorismo etarra (también de los GAL).
—¿Cuál consideras es la columna vertebral de tus libros sobre la temática del terrorismo y, en concreto sobre el grupo denominado La organización en la novela Contra el cielo?
Matar por una idea es simplemente matar y no debemos mostrarnos indiferentes ante la injusticia. Y, por último, defiendo el amor como la vacuna más eficaz contra el fanatismo.
—Haces un buen ejercicio para despertar emociones a través de diálogos, de monólogos interiores y del narrador. Esto refleja tu trabajo como periodista y pedagogo. Desde esa mirada, ¿qué esperas que el lector encuentre en la historia, o bien, con qué se quede al cerrar el libro?
Espero que viaje al corazón del otro, del que sufrió la barbarie terrorista y de quien la provocó, y, por lo tanto, que enriquezca su empatía y su concepción de la realidad.
—¿Cuáles son los temas más recurrentes en tu vasta producción literaria?
La redención, el perdón y la dignidad. Nadie es de una manera para siempre. Podemos cambiar. Debemos cambiar. Hay que dar una oportunidad a ese cambio.
—¿Qué libro representa más tu estilo, tu idiosincrasia?
En todos los libros que he escrito estoy yo. Me alineo casi siempre con los desfavorecidos, con los humanos que tratan de superarse y que respetan al otro. Estos tres libros sobre el terrorismo representan perfectamente al Salvador Robles Miras escritor.
—¿Hay algún hilo conductor en la mayoría de tus obras o bien, en tus novelas? ¿Algún personaje se repite en algunas de tus historias?
Siempre aparece un protagonista que lucha obstinadamente contra la adversidad, sin renunciar a sus principios. En casi todas las novelas mías emerge un personaje, protagonista o coprotagonista, quien trata de redimirse de los errores del pasado, alguno atroz. Me apasionan los congéneres que, cuando vienen mal dadas, no se rinden y luchan con denuedo contra las vicisitudes existenciales.
© Gabriela Quitana Ayala.