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Escucha, Israel
Las noticias que llegan de la guerra en Tierra Santa son devoradas como panecillos calientes recién salidos del horno, sin que aparentemente seamos conscientes del peligro que supone para todos que el enfrentamiento bélico entre Israel y Palestina derive en un conflicto global.
En la guerra entre judíos y árabes estoy siempre del lado de la paz, por lo que me resulta intolerable el apoyo que está recibiendo el ataque cobarde, indiscriminado e inmisericorde de Hamás y Hezbolá contra la población civil de Israel. ¿Es posible que haya políticos y ciudadanos que justifiquen o se posicionen del lado de unos yihadistas islámicos que persiguen "extirpar Israel como un tumor" para instaurar un Estado gobernado por la sharía?
Sí que los hay, y, por lo que vemos, no pocos, a pesar de la crueldad del ataque. Después de una lluvia de misiles, los combatientes de Hamás han entrado en Israel como un racimo de grupos de asalto, moviéndose rápidamente en camionetas y todoterrenos, y armados con ametralladoras y lanzagranadas.
Hemos visto durísimas imágenes de los yihadistas empujándose entre ellos para golpear a prisioneros indefensos y ensangrentados o introducir a mujeres, obviamente violadas y golpeadas, en el interior de sus vehículos. Sabemos que, en total, han sido varios centenares de ciudadanos israelíes asesinados o secuestrados en su propio país por los terroristas palestinos. ¿Se imagina, querido lector, ser el padre de alguno de los centenares de jóvenes israelíes que han sido asesinados o secuestrados mientras celebraban un festival de música en las proximidades de la Franja de Gaza?
Ahora está por ver la evolución de la guerra. La deriva endemoniada del mundo me hace temer lo peor para los años que vienen. La cifra de fallecidos supera el millar en el momento de escribir estas letras. Las fuerzas de Israel y Palestina parecen muy desiguales, pero las Brigadas de Ezzeldin al-Qassam suman más de cuarenta mil combatientes y aunque no tienen armamento pesado, les mueve un fanatismo feroz y están entrenados para la guerra urbana. Lo previsible es una guerra larga, sin embargo, el panorama geopolítico de Asia Occidental puede precipitarse dramáticamente si otros países entran de manera directa en el conflicto y arrastran a la confrontación a sus aliados. Una respuesta desproporcionada de Israel contra la población civil de Gaza puede ser el detonante de una escalada bélica en diversos frentes, y propiciar graves disturbios en muchas ciudades de Europa. Así las cosas, todo puede pasar.
© Gonzalo Sáenz
Jurista y editor. Director de Apertum TV