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Abortismo agresivo
Por Jaime Nubiola
Barcelona, 26 julio 2024
En la última mañana de mi reciente estancia en Harvard me impresionó el anuncio oficial del gobierno del Estado de Massachusetts —que pude ver en el lateral de un autobús— en contra de los centros en favor de la vida que aspiran a ayudar a las mujeres embarazadas.
Un gran letrero en la parte superior dice: «AVOID Anti-Abortion Centers» [EVITA los centros en contra del aborto] y en la zona inferior dos mensajes: "Get care you can trust" [Obtén un cuidado en el que puedas confiar] y "They MISLEAD you about your options if you're pregnant" [Te ENGAÑAN sobre tus opciones si estás embarazada]. A decir verdad, me horrorizó el anuncio y me impresionó todavía más al comprobar que se trata de una campaña oficial de este Estado norteamericano en el que hay varias de las más acreditadas universidades del mundo.
La página web del gobierno estatal [https://www.mass.gov/avoid-anti-abortion-centers] da como razón central de esta campaña la siguiente: «Los centros antiaborto, a menudo llamados 'centros de embarazo en crisis', parecen instalaciones médicas, pero no ofrecen atención integral. Es posible que algunos no ofrezcan ningún tipo de atención médica. Pueden engañarte sobre tus opciones si estás embarazada y pueden poner en peligro tu salud».
© Jaime Nubiola
He preguntado a un profesor asociado del Departamento de Salud Pública de Harvard y me contesta, entre otras cosas, que «nada va más en contra de la salud pública que negar la libertad a una mujer para que pueda elegir ir a uno de estos centros si lo desea. Han salvado muchas vidas humanas, precisamente por dar apoyo económico, social y otros recursos a las embarazadas en apuros. Es admirable el servicio que vienen prestando tantas instituciones y organizaciones de ayuda, apoyo y acogida a las embarazadas con problemas».
Esa política del gobierno estatal de Massachussets me parece un síntoma de locura social. Si hubiera algún problema en esos centros, un gobierno realmente responsable de la salud de la población acudiría a ayudar a solucionarlos, ofreciendo financiación o médicos expertos, pero no tiene sentido alguno —más aún parece ser del todo falso— amenazar diciendo que las embarazadas arriesgan su salud al acudir a una entidad en favor de la vida.
A mí este anuncio en el autobús me ha traído a la memoria el macabro letrero en la puerta de Auschwitz y de otros campos de concentración o de exterminio alemanes: "Arbeit macht frei", "El trabajo libera".
© Jaime Nubiola. Profesor Emérito de Filosofía en la Universidad de Navarra, España (jnubiola@unav.es).